Del viaje cultural a Bilbao y Santander
Publicado el 23 enero, 2018 /
El sábado día 20 y el domingo 21, cuarenta personas disfrutaron de un fin de semana cultural – y gastronómico – en Bilbao y Santander gracias al viaje organizado por nuestra Asociación. En el museo bilbaíno de Bellas Artes visitaron tanto la exposición temporal de Eduardo Arroyo como la permanente, donde se recrearon, especialmente, con los cuadros del pintor riosellano Darío de Regoyos. La comida en el bistró del Guggenheim y los paseos por el casco viejo pusieron la guinda a la estancia en el País Vasco.
Tres representantes de la Junta Directiva posan junto a obras de Regoyos.
Al día siguiente, en el Centro Botín, convertido en un icono de la capital cántabra pese a su corta vida, visitaron la exposición temporal de una artista ya consolidada de la nueva pintura contemporánea: la etíope afincada en Nueva York Julie Merhretu. Recorrido también por la exposición permanente y por el conjunto del edificio, inmenso balcón acristalado sobre la bahía santanderina. Todas las visitas fueron guiadas, lo que favoreció de forma considerable la comprensión de las obras visitadas por parte de los asistentes.
Tras una contundente comida de cocido montañés, regreso a Ribadesella. En el autobús, después del buen sabor de boca que dejó esta salida, ya se hablaba de la próxima: será en primavera por el románico palentino.
El sábado día 20 y el domingo 21, cuarenta personas disfrutaron de un fin de semana cultural – y gastronómico – en Bilbao y Santander gracias al viaje organizado por nuestra Asociación. En el museo bilbaíno de Bellas Artes visitaron tanto la exposición temporal de Eduardo Arroyo como la permanente, donde se recrearon, especialmente, con los cuadros del pintor riosellano Darío de Regoyos. La comida en el bistró del Guggenheim y los paseos por el casco viejo pusieron la guinda a la estancia en el País Vasco.
Tres representantes de la Junta Directiva posan junto a obras de Regoyos.
Al día siguiente, en el Centro Botín, convertido en un icono de la capital cántabra pese a su corta vida, visitaron la exposición temporal de una artista ya consolidada de la nueva pintura contemporánea: la etíope afincada en Nueva York Julie Merhretu. Recorrido también por la exposición permanente y por el conjunto del edificio, inmenso balcón acristalado sobre la bahía santanderina. Todas las visitas fueron guiadas, lo que favoreció de forma considerable la comprensión de las obras visitadas por parte de los asistentes.
Tras una contundente comida de cocido montañés, regreso a Ribadesella. En el autobús, después del buen sabor de boca que dejó esta salida, ya se hablaba de la próxima: será en primavera por el románico palentino.